Fueron cinco sesiones, durante una semana, en las que analizamos la «Expansión de la frontera extractiva: implicaciones para el este de África» por parte de destacados/as especialistas
Cómo se están construyendo las alternativas y resistencias en el este de África, especialmente en Uganda, Mozambique y Etiopía, fue el tema con que se desarrollo la mesa de diálogo y análisis con la que concluyó el Módulo II del curso online: «Expansión de la frontera extractiva: implicaciones para el este de África»
Esta mesa contó con la destacada participación de Diana Nabiruma, oficial sénior de comunicaciones, AFIEGO (Instituto Africano para la Gobernanza Energética, Uganda) representante de la campaña global #StopEACOP (East African Crude Oil Pipeline); Teresa Cunha, doctora en Sociología por la Universidad de Coímbra e investigadora senior en el Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra y Nyikaw Ochalla, activista centrado en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, derechos territoriales, soberanía, seguridad alimentaria y temas ambientales en Etiopía. La mesa fue moderada por las investigadoras del Grupo de Estudios Africanos de la Universidad Autónoma de Madrid, Celia Murias y Coro J-A Juanena.
Diana Nabiruma denunció que en en Uganda unas 100 mil personas han sido desplazadas por el proyecto EACOP (East African Crude Oil Pipeline) población que lleva más de tres años esperando alguna compensación debido a que viven del trabajo de sus tierras las cuales han sido devastadas por un proyecto al que calificó como neocolonialista. Es por ello que lidera el movimiento #StopEACOP que actualmente cuenta con 250 miembros y que ha logrado establecer lazos más allá de sus fronteras.
Teresa Cunha alertó que en el norte de Mozambique hay mucha violencia contra las mujeres de todas las edades. Sostuvo que la intensificación y la expansión de la frontera extractiva se ha hecho con el acaparamiento de tierras, el envenenamiento de los suelos, los desplazamientos forzados y el desprecio de las mujeres; sin embargo, la investigadora destacó acciones micropolíticas que han permitido a las sociedades resistir a estas situaciones de violencia como los grupos de ahorro común, las cooperativas de producción y consumo, así como los encuentros de mujeres.
Mientras que Nyikaw Ochalla llamó la atención sobre el hecho de que la expansión de las extractivas en Etiopía está ligado a la violación de los Derechos Humanos pero que debido a la fuerza del régimen no es fácil hacer resistencia. No obstante. comentó que la estrategia de 1-1 ha funcionado a la vez que los activistas intentan trabajar con organizaciones internacionales que han logrado cierta resistencia aunque teme que el régimen etíope está reconsiderando asumir el acaparamiento de tierras lo que agudizará el problema de la seguridad alimentaria y el impacto climático.